SERVUS HISPANIARUM REGIS



jueves, 9 de abril de 2015

FUERTE MOSÉ, FLORIDA ESPAÑOLA, TIERRA DE LIBERTAD

Foto: www.abrahamsbooks
Durante la llamada Guerra de la Oreja de Jenkins (1739-1748), a unos tres kilómetros al norte de la ciudad de San Agustín (Florida), tuvo lugar la sangrienta batalla de Fort Mose (1740). En ella, soldados españoles, indios Yamassee y una milicia negra de esclavos huidos del yugo británico, derrotaron completamente a las invasoras fuerzas de Su Graciosa Majestad.
Gracia Real de Santa Teresa de Mosé o Fuerte Mosé (Fort Mose para los anglohablantes) fue levantado en 1738 por orden de entonces gobernador español de la Florida, Don Manuel de Montiano. Al igual que otras fortificaciones de la zona, tenía como objetivo vigilar la frontera con la colonia británica de Georgia y dificultar cualquier asalto sobre San Agustín.
Debido a su situación fronteriza con el Imperio Británico, la Florida española terminó por convertirse en un santuario para los esclavos africanos que lograban escapar de las Carolinas y Georgia. Quienes consiguieron ese objetivo encontraron en Fuerte Mosé refugio y libertad de acuerdo con las leyes españolas.
Los esclavos africanos eran explotados como trabajadores en los campos de algodón de Georgia. Si conseguían escaparse, los fugitivos malvivían como "cimarrones" en las profundidades de los bosques o eran acogidos por tribus indias como los seminola, donde se convertían en los llamados semínolas negros. En Florida y otras dependencias españolas muchos negros eran libres, y aunque tampoco faltaban los esclavos, su situación, conforme a la tradición legal española, basada en el antiguo derecho romano y la doctrina católica, era mejor que la de los esclavos de las colonias británicas, pues podían tener pertenencias personales, mantener unidas sus familias, acudir a los tribunales en defensa de sus derechos e incluso podían comprar su libertad. 
St Aug Fort Mose01.jpg
Terrenos que ocupó el antiguo Fort Mosé
Foto: Ebyabe
En 1687, 11 esclavos fugitivos llegaron a San Agustín y solicitaron por primera vez asilo a las autoridades españolas, que se lo concedieron a cambio de bautizarse como católicos y colaborar en la construcción del Castillo de San Marcos (donde recibieron su primer sueldo). 
En 1693 el Rey Carlos II de España ordenó, por medio de una Real Cédula, que todos los esclavos fugitivos británicos que alcanzasen Florida, hombres o mujeres, siempre que abrazasen la fe católica, fuesen liberados.
En algunos casos los fugitivos que llegaban a San Agustín eran integrados dentro de las milicias negras (formadas por hombres libres) que también existían en otras plazas caribeñas como Veracruz, Puerto Rico o La Habana. Así lo hizo en 1724 un esclavo mandingo que había huido de Carolina y tomado el nombre de Francisco Menéndez, y que en 1728 se destacó (al igual que el resto de la Milicia Negra de San Agustín) al repeler varias incursiones de los británicos y sus aliados indios sobre Florida. Estas acciones ganaron la admiración de Montiano, que nombró a Menéndez Capitán de la milicia en el nuevo enclave defensivo. Menéndez juró servir a la Corona Española "hasta que la última gota de sangre fuera derramada".
Los españoles protegieron a los antiguos esclavos negros y forjaron importantes alianzas con los indios de aquel territorio.
Foto: www.fortwiki.com
La guarnición de Fuerte Mosé estaba integrada por 100 hombres distribuidos en 20 barracones. El nuevo fuerte, que fue el primer asentamiento de negros libres en Norteamérica, consistía en una iglesia, una muralla con algunas torres, y unas veinte casas habitadas por un centenar de personas.
La gran mayoría habían nacido libres en África y sólo unos pocos lo habían hecho como esclavos en América; por una parte porque los afroamericanos eran poco comunes en las plantaciones de Georgia, pues resultaban más caros que los esclavos importados, y por otra porque al haber vivido siempre en cautiverio eran menos proclives a fugarse y alcanzar territorio español. Como era habitual, los hombres habían sido bautizados y habían prestado fidelidad a la Corona, tomando nombres españoles. La mayoría tenía en el fuerte a sus mujeres, también ex esclavas, y los hijos nacidos ya en libertad. Al contar con hombres ya adiestrados en la milicia de San Agustín, el control del fuerte recayó sobre los propios africanos, que gozaron de gran autonomía. Fuerte Mosé también era económicamente autosuficiente gracias a algunos campos de cultivo situados en su periferia.
Razas y culturas diferentes unidas bajo el pabellón español
Foto: www.fortmose.org
Al comenzar la Guerra de la Oreja de Jenkins en 1739, el general James Oglethorpe, Gobernador de Georgia, animado por ciertas incursiones exitosas en la frontera, decidió organizar una importante expedición para capturar San Agustín a los españoles. Tropas regulares de Carolina del Sur y Georgia, voluntarios de la milicia, unos 600 aliados indios Creek y Uchise y unos 800 esclavos negros como auxiliares, componían la expedición, que era apoyada desde el mar por siete barcos de la Royal Navy.
Son Manuel de Montiano, Gobernador de la Florida, que sólo disponía de unos 600 hombres, incluyendo algunos refuerzos llegados recientemente desde Cuba, se vio forzado a resistir atrincherado, aunque en algunas ocasiones atacó las líneas británicas por sorpresa.
El 25 de junio de 1740, al acercarse a San Agustín, una columna británica al mando del coronel John Palmer, compuesta de 170 hombres pertenecientes a la milicia colonial de Georgia, el 42 Regimiento Highlander escocés de infantería y los nativos aliados auxiliares, rápidamente ocuparon Fuerte Mosé, situado estratégicamente en una ruta vital. El fuerte había sido previamente abandonado por orden de Manuel de Montiano, debido al asesinato de algunos de sus habitantes por indios aliados de Gran Bretaña.
El Gobernador español, que sabía de la importancia estratégica del fuerte, decidió recobrarlo. Al amanecer del 26 de junio, el Capitán Antonio Salgado se puso al frente de tropas regulares españolas, esclavos liberados mandados por Francisco Menéndez e indios amigos, en un ataque por sorpresa a Fuerte Mosé.
La batalla de Bloody Mose fue la más sangrienta habida nunca en tierras de FloridaEse día, los soldados españoles, la milicia negra de esclavos fugitivos, y los indios de la tribu Yamassee; se cubrieron de gloria derrotando en una desesperada lucha cuerpo a cuerpo, con espadas y mosquetes, a los soldados ingleses y escoceses procedentes de Georgia. 
Batalla por Fuerte Mosé
Durante la reconquista de la plaza se desató un incendio que dañó gravemente la fortificación. Tras la batalla, el fuerte Mosé quedó totalmente destruido y sus habitantes se trasladaron a San Agustín, donde se asentaron junto a sus habitantes españoles, durante una década, como hombres libres e iguales..
La victoria española en Fuerte Mosé desmoralizó a las fuerzas británicas, demasiado divididas, y supuso un factor significativo en la retirada de Oglethorpe a Savannah. 
A finales de junio San Agustín fue reforzado desde La Habana y los barcos de la Real Armada Británica abandonaron a sus fuerzas terrestres. El Gobernador Montiano felicitó a la milicia de negros liberados por su valentía y, posteriormente, varios de los hombres del Fuerte Mosé se unieron a la contraexpedición de 2.000 soldados con la que Montiano invadió Georgia y lucharon junto a él en la Batalla de Bloody Marsh.
Conmemoran una batalla en la que españoles y negros libres derrotaron a los ingleses
Recreadores interpretan los papeles de los protagonistas de la batalla de Fuerte Mose, milicia negra, guerreros indios yamassee y milicia española
Foto: www.usahispanicpress.com
La decisiva victoria española en Fuerte Mosé fue uno de los factores que permitió terminar con los intentos de invasión británica de una Florida, poco poblada, en apariencia vulnerable.
Los antiguos esclavos reconstruyeron el fuerte y lo reocuparon hasta 1763, año en que Florida pasó a manos británicas debido a la derrota española en la Guerra de los Siete Años. Los hombres del Fuerte Mosé se negaron a permanecer bajo soberanía británica y por ello marcharon a Cuba.
Es probable que la mayoría se uniese entonces a la milicia de La Habana y que, por tanto, algunos de ellos o sus hijos estuviesen presentes en la reconquista de Florida llevada a cabo por Bernardo de Gálvez en 1781. 
Florida retornó oficialmente a manos españolas en 1783, pero ya nadie volvió a las ruinas del Fuerte Mosé para reconstruirlo. Lo que quedaba del emplazamiento fue ocupado en 1812 por un regimiento de fusileros estadounidenses que luego fueron expulsados de la zona por las autoridades españolas, las cuales decidieron quemar lo que quedaba de la fortificación con el fin de que no se repitiera el incidente. 
En 1819, Florida era vendida por España a los E.E.U.U. tras la firma del Tratado Adams-Onís.
Actualmente ya no quedan ni siquiera ruinas donde una vez estuvo el Fuerte Mosé, pero sí se han podido recuperar diversos restos en varias campañas arqueológicas. 
Después de que el Estado de Florida comprara el terreno donde se sitúan los restos, en 1994, la zona fue declarada Monumento Histórico Nacional y fue incluida en el Registro Nacional de Lugares Históricos. En 2009, el Servicio de Parques Nacionales incluyó a Fort Mose como sitio precursor del National Underground Railroad Network to Freedom. 
En la actualidad, el lugar donde una vez estuvo el fuerte sirve de escenario a representaciones de la "Batalla de Bloody Mose" llevadas a cabo por actores. También se ha construido un museo temático junto al antiguo emplazamiento del Fuerte Mosé.

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