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lunes, 9 de diciembre de 2013

BORIS SKÓSYREV: "EL HOMBRE QUE QUISO REINAR"

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Imagen: Eurocat
El barón Borís Mijáilovich Skósyrev Mavrusov (Борис Михайлович Скосырев) nació en la ciudad lituana de Vilna, entonces aún Imperio Ruso, el 12 de enero de 1896. Pertenecía a una familia de la pequeña nobleza bielorrusa, que se había distinguido en los ejércitos del zar.
Al estallar la Revolución Rusa de 1917, buscó asilo político en el Reino Unido, donde se enroló durante dos años en la Armada Británica. Posteriormente prestó sus servicios al Foreing Office en diversas misiones, más o menos secretas, que lo llevaron a Siberia, Japón y Estados Unidos. Su personalidad, empatía y facilidad de idiomas le hicieron ganarse grandes simpatías.
En 1925 renunció a su trabajo de espía y, provisto de un pasaporte Nansen -el que se entregaba a los apátridas- se traslada a los Países Bajos, donde se desconocen sus actividades durante unos años.
Archivo: Nansenpassport.jpg
Pasaporte Nansen para refugiados y apátridas
Borís pretendía haber trabajado al servicio de la Casa Real -sin especificar el cargo- y aseguraba haber sido recompensado por S.M la Reina Guillermina I con el título, parece ser que inventado por él mismo, de Conde de Orange.
Se casó con una marsellesa acaudalada, María Luísa Parat, el 21 de marzo de 1931. En su acta de matrimonio, suprimió una ‘s’ y cambió la ‘v’ por una ‘w’: Skosyrew, declarándose hijo de Michel de Skosyrew y de Elisabeth Mawrusow. La novia estaba divorciada de un sastre y era diez años mayor que Borís, hecho que quizás influyó para que Borís se alejase rápidamente de su esposa y, enamorado de una bella adolescente inglesa, entrase por primera vez en Andorra.
Se estableció en la población de Santa Coloma, próxima a San Julián de Loira, en una casa que aún se conserva y es conocida como la "casa de los rusos", llamada así por este mismo personaje y por otro ruso que también estuvo y que, según dicen, introdujo el primer cultivo de tabaco en Andorra.
Boris Skósyrev
Borís, en contacto con la realidad andorrana, comenzó a tramar su plan. Mantuvo largas conversaciones con campesinos, artesanos y responsables de la vida política. Pronto se dio cuenta que la revuelta juvenil ocurrida unos meses antes de su llegada, podía acoger favorablemente sus ideas progresistas que garantizasen una mejora del nivel de vida.
El 17 de mayo de 1934, Borís presentó un documento al Síndico y otros consejeros generales de Andorra donde justificaba sus intenciones, aunque la respuesta recibida fue muy adversa.
El 22 de mayo recibió la orden fulminante de expulsión del territorio andorrano, decretada por el administrador de justicia francés y firmada también por su homólogo episcopal.
Borís se exilió en la Seo de Urgel, instalándose en el Hotel Mundial, donde comenzó a comportarse como un auténtico monarca e inició una fuerte campaña de marketing que atrajo el interés de la prensa. Concedió numerosas entrevistas a los medios que fueron a visitarle e, incluso, algunas entrevistas telefónicas a los diarios The Times y The Daily Herald.
Del 29 de mayo al 5 de julio de 1934 se trasladó a Torredembarra, donde proyectó una nueva ofensiva. En una entrevista al diario madrileño Ahora confesaba que "...No tengo ningún derecho histórico para mi pretensión. Lo hago únicamente como caballero para entender que defiendo los derechos de los españoles que residen en Andorra y son vejados por la República vecina...".
Borís se puso en contacto con diversas agrupaciones legitimistas del sur de Francia. En Perpiñán consiguió hacer llegar sus planes al representante del Duque de Guisa, Juan de Orleans, pretendiente al trono de Francia. Su argumentación se basaba en que los jefes de Estado francés continuaban teniendo los derechos y funciones de los copríncipes de Andorra, dominio privado de la Casa de Orleans, como heredera legítima de la dinastía de Foix.
Los legitimistas franceses se hicieron eco de la pretensión en sus boletines. Mientras tanto, el duque de Guisa, expectante, no se pronunció, esperando el desarrollo de los acontecimientos. Pero Borís ya se proclamaba, sin ninguna indiferencia, lugarteniente del rey de Francia.
Archivo:. Jean d'Orléans (1874-1940) jpg
Juan de Orleans, duque de Guisa
Foto: Vicente Calvo
Skósyrev concedió visitas, hizo recepciones oficiales y organizó numerosos actos como una misa para el presidente de la Generalidad, Francesc Macià, muerto el invierno anterior, o sesiones fotográficas para hacer postales monárquicas y escribió en sus borradores para el Boletín Oficial del renovado Principado.
Redactó una innovadora Carta Constitucional Andorrana que modificaba sustancialmente el sistema político tradicional. El Coprincipado tendría libertades, modernización, inversiones extranjeras y el reconocimiento de paraíso fiscal. Borís I imprimió 10.000 ejemplares de su Constitución y los transmitió a personalidades españolas y francesas. 
Uno de estos ejemplares, que fue a parar a las manos del Obispo de Urgel,  monseñor Justí Guitart i Vilardebó, desencadenó las hostilidades por parte del prelado, que desautorizó totalmente al pretendiente en unas declaraciones en la prensa leridana, donde decía que los únicos copríncipes de Andorra eran él y el presidente de la República Francesa.
File:Escut d'andorra al Palau Episcopal d'Urgell.JPG
Escudo de Andorra en el Palacio Episcopal de Urgel
Foto: Vilarrubia
El domingo 7 de julio de 1934, el Síndico General de los Valles de Andorra convocó al Consejo General en la Casa de la Vall.
El Síndico abrió la sesión y pasó a exponer el asunto. Borís Skósyrev, un ruso exiliado que visitaba con frecuencia el país andorrano y se proclamaba Conde de Orange se había entrevistado con él para proponerle un revolucionario cambio de las estructuras económicas del Principado. A semejanza de lo que había ocurrido en Mónaco, Liechtenstein, San Marino o Luxemburgo; transformados en paraísos fiscales donde los impuestos eran casi inexistentes o sensiblemente reducidos, el forastero se comprometía convertir Andorra en uno de los centros empresariales más importantes del mundo, donde bancos, entidades financieras y compañías internacionales, no tardarían en instalar su domicilio social, aprovechándose del régimen fiscal.
A cambio de asegurar la prosperidad y el bienestar del pueblo andorrano, Skósyrev pidió una recompensa: que el Consejo General lo proclamase Príncipe de Andorra. La propuesta casi tuvo la totalidad de la adhesión excepto la del representante de Encamp. Con sólo un consejero en contra de veinticuatro que formaban el Consejo, la monarquía quedó instituida.
Acompañado de un fiel grupo de colaboradores, entre los cuales estaban su joven amante inglesa, la millonaria norteamericana Florence Mazmon y el consejero Pere Torras Ribas, el candidato al trono andorrano se estableció en la Fonda Calons de Sant Julià de Lòria.
Archivo: Borís Skósyrev.jpg
Boris Skósyrev en una fotografía tomada en el Consell General de Andorra el 17 de mayo de 1934
Pero el 8 de julio de 1934, el Consejero contrario a este nombramiento comunicó al obispo de Urgel toda la trama con detalle. Paralelamente, ese mismo día, Francia comunicó oficialmente que no intervendría en Andorra, dejando todas las decisiones al Consejo General y considerando válida la monarquía de Borís I, si se aprobaba y el Consejo de Ministros español debatió el tema para aclarar el asunto andorrano.
El 10 de julio, en una nueva votación del Consejo, la adhesión monárquica se repetía con idéntico resultado: 23 a 1, y el 17 de julio se publicó en el Boletín del Gobierno Provisional de Andorra, la Constitución del Estado Libre de Andorra, decretándose la absoluta libertad política, religiosa y de imprenta. Al mismo tiempo, mediante decreto, disolvió el Consell General, otorgó una amnistía y convocó elecciones para el 1 de agosto.
Archivo:. Bandera de Andorra (1934) svg
Bandera de Andorra durante el reinado relámpago de Boris I
El reinado de Borís I sólo duro unos días, ya que el Obispo de Urgel no tardó en actuar. El 21 de julio de 1934, cuatro guardias civiles y un sargento, se llevaron por la fuerza al monarca hasta la frontera hispano-andorrana. Sus súbditos no hicieron nada por impedirlo, viéndole marchar hacia Seo de Urgel esposado. 
A la mañana siguiente fue trasladado a Barcelona y puesto a disposición del juez Bellón, encargado de los casos relacionados con la Ley de Vagos y Maleantes. Este mismo juez fue quien comprobó que el sujeto en cuestión, era el mismo que había sido expulsado de Mallorca en 1932 cuando vivía con una millonaria inglesa.
El 23 de julio fue trasladado en tren hacia Madrid, acompañado de dos agentes que lo vigilaban en un vagón de tercera. Esto no impidió que su llegada a la capital española despertase una enorme expectación, haciendo que los periodistas congregados se peleasen literalmente para hablar con él y entrevistarlo para sus rotativos. En Madrid ingresó en la Cárcel Modelo, pero continuó adoptando la actitud de monarca en el exilio. Poco después, sin haber cometido ningún delito en España, fue expulsado a Portugal, viajando durante cuatro años por Lisboa, Tánger y Gibraltar.
En 1938 las autoridades francesas le permitieron volver a Aix-en-Provence, donde se reunió con su primera esposa.
En febrero de 1939, Borís Skósyrev fue recluido en un campo de internamiento francés junto con antifranquistas españoles, antifascistas italianos y centroeuropeos de las regiones ocupadas por el IIIº Reich antes de la Segunda Guerra Mundial, aunque se desconoce la razón y cargos que se le imputan.
A finales de 1939, con la Segunda Guerra Mundial en marcha, fue transferido al campo militar de Verner d'Ariége y, en octubre de 1942 liberado por las fuerzas alemanas de ocupación. Probablemente la liberación de Boris obedecería a un acuerdo de ayuda personal en el Frente Ruso, donde fue intérprete del ejército alemán. 
Con la victoria de los aliados, Boris fue hecho prisionero, primero por los norteamericanos, y  después d e un breve período de libertad, volvió a ser capturado el 4 de diciembre de 1946 en la zona de ocupación francesa de Berlín. Permaneció en la prisión de Coblence-Metternich hasta el 17 de diciembre, siendo maltratado por los gendarmes a causa de su colaboracionismo con los nazis.
Posteriormente pasó a tener residencia en Boppard (Alemania Occidental), pero por razones que se desconocen se desplazó a la zona de ocupación soviética de Alemania, donde fue hecho prisionero y condenado a veinticinco años de trabajos forzados en un campo de Siberia. Fue liberado en 1956 y regresó a Boppard, donde su fallecimiento está registrado el 27 de febrero de 1989, con 93 años de edad y una vida con espacio para varias novelas de aventuras.

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