SERVUS HISPANIARUM REGIS



jueves, 24 de octubre de 2013

CATALINA MICAELA DE AUSTRIA, DUQUESA DE SABOYA

Tenía lugar en el día de ayer, en la Librería Polifemo de Madrid, la presentación de un libro que, bajo los auspicios del IULCE y la propia Librería Polifemo, lleva por título L’Infanta. Caterina d’Austria, duchessa di Savoia (1567-1597) y que está coordinado por Franca Varallo y Blythe Alice Raviola.
En este interesante libro se analizan las múltiples facetas de la figura de esta hija de Felipe II y del afortunado y prolífico matrimonio que protagonizó. Investigadores españoles e italianos muestran, a través de fuentes poco conocidas hasta ahora, la complejidad de su trayectoria y su habilidad en el gobierno, en el contexto de las intensas relaciones entre Saboya y los Austrias en la segunda mitad del siglo XVI.
Portada del libro
Fuente: Raquel Salvado para "Sólo Madrid es Corte"
Estructurado conforme a las diferentes etapas de su vida, sus distintas secciones abordan tres aspectos fundamentales: su condición de hija y alumna del Rey Prudente; sus años de estancia en Turín y la compleja red de relaciones con el padre, el marido, la hermana, los oficiales sabaudos y los artistas de la Corte; y, por último, las modificaciones introducidas por Catalina en la estructura de la Casa, en la política exterior del Ducado de Saboya y en la educación de sus hijos e hijas, que en algunos casos desempeñarían un destacado papel en los asuntos italianos y europeos del siglo XVII.
Catalina Micaela de Austria nació en Madrid el 10 de octubre de 1567, siendo la segunda hija del rey Felipe II y su tercera esposa Isabel de Valois. Recibió tal nombre en honor a su abuela materna, Catalina de Médicis y a San Miguel Arcángel, ya que nació en la octava dedicada a este santo.
Su infancia transcurrió bajo la atenta mirada de su padre y de su cuarta esposa, Ana de Austria, que se convirtió en una auténtica madre para la pequeña. A pesar de su temprana orfandad, Catalina Micaela vivió años felices gracias al cariño de su hermana, su tía la infanta Juana y su nueva madre, la Reina Ana. 

En la corte, la pintora Sofonisba Anguissola se encargó de inmortalizar a la Infanta en varios retratos, entre ellos, el conocido como Dama del Armiño.

"La Dama del armiño"

Durante las ausencias del Rey, que por aquellos años debía tratar asuntos tan importantes como la corona de Portugal, Felipe II mantenía una constante correspondencia con sus dos hijas. Estas cartas suponen una imagen entrañable y totalmente alejada del rey austero, religioso y rígido que su leyenda negra se encargó de divulgar.
Tras la muerte de Ana de Austria, en 1580, Felipe II dedicará algo más de su escaso tiempo a sus hijas, permitiendo incluso que trabajaran con él en los asuntos de despacho.
El 18 de narzo de 1585 contraía Catalina matrimonio con Carlos Manuel I de Saboya, duque de Saboya, eligiendo Zaragoza como lugar del enlace. 
Archivo: CatalinaMicaelaSpainSavoy.jpg
Catalina Micaela en 1585 retratada por Sánchez Coello
Tras la boda y acompañados por Felipe II, se trasladará la pareja a Barcelona donde embarcarán rumbo a los estados del duque en Italia. Nunca más volverá Catalina a ver a su familia, dando a su padre los únicos nietos de los que tendrá noticia por la continua correspondencia mantenida entre ambos, aunque jamás tendrá la oportunidad de conocerlos.
La Infanta y Duquesa Catalina Micaela tuvo diez hijos y falleció en 1597 a causa de un mal parto a la edad de treinta años.

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